EMPRESA

 

 



ACEITUNAS Y ENCURTIDOS LLORENS: "Una empresa con tradición "


ACEITUNAS Y ENCURTIDOS LLORENS somos una empresa familiar que se dedica a la elaboración y preparación de aceituna de mesa para su comercialización y consumo. Nuestro origen se remonta a 1914 en la ciudad de Onil (Alicante).

El estandarte ACEITUNAS Y ENCURTIDOS LLORENS representa más que un simple nombre comercial o marca de producto. Simboliza la actividad de esta familia que, durante casi 100 años de andadura, ha desarrollado el arte culinario de la aceituna de mesa sin olvidar los secretos de la tradición. Un saber y una inquietud heredados de nuestras generaciones pasadas y mantenidos hasta hoy para satisfacer y deleitar el paladar de los más exigentes.

El extenso camino recorrido nos ha proporcionado la experiencia necesaria para conocer con profundidad los detalles del cuidado de la aceituna, un fruto cuya generosidad nutritiva y potencial de sabores requiere de delicado mimo desde su floración hasta su degustación final.

Cada año, en ACEITUNAS Y ENCURTIDOS LLORENS, iniciamos nuestra actividad con la búsqueda de los mejores olivares. Empeño en el que no escatimamos esfuerzos por ser la buena aceituna la verdadera esencia y alma de nuestra empresa. Cada temporada, visitamos a los mejores olivareros, aquellos que desde la poda hasta la recolección vigilan y cuidan sus olivos con esmero, estudiamos sus cultivos y escogemos aquellos que superan los objetivos de color, dureza, tamaño y salud que exige cada uno de los productos elaborados en ACEITUNAS Y ENCURTIDOS LLORENS.

En nuestra empresa disponemos de una amplia gama de variedades de aceitunas, sin olvidar los encurtidos. Si tuviéramos que escoger una de ellas para representar el espíritu empresarial y artesano de este proyecto familiar, estaríamos refiriéndonos al "cuquillo". Este pequeño fruto constituye los cimientos de nuestra empresa y nos hace sentir profundamente orgullosos. Poco tiene que ver con los frutos más populares del olivar: su oscuro aspecto y su humilde apariencia esconden un arcoiris para el paladar más exquisito. Su secreto estriba en su aderezo por manos expertas, sin aditivos, sin conservantes, pero con los sabores y arómas de la cocina mediterránea. Sin dudad, un secreto a punto de ser descubierto por una humanidad cada vez más consciente y sensible con la salud, el bienestar, la pureza de lo natural y, cómo no, el placer de los sabores.


ANTONIO LLORENS: "Un padre de empresa"


Antonio Llorens junto a una antigua foto de familia que recuerda las reuniones de sus antepasados en la preparación de aceituna cuquillo.

Antonio Llorens García es el precursor de la actual empresa "Aceitunas y Encurtidos Llorens". Nacido en Onil, en el seno de una familia de artesanos y comerciantes de aceituna de mesa, aprendió el oficio de sus padres y abuelos.

Antonio hace memoria sobre los orígenes de Aceitunas Llorens y nos traslada muy atrás en el tiempo, tanto que apenas recuerda a su abuela Concha a quién atribuye los inicios del negocio familiar. Evoca con más detalle días más cercanos, como aquellos a mediados del siglo XX en los que sus predecesores y hermanos se reunían para preparar la aceituna "cuquillo" al más puro estilo tradicional. También menciona con cierta nostalgia como utilizaban el carro para transportar las aceitunas a los comercios de Murcia y Cartagena.

Antonio cuenta con tres hermanos: Pedro, Pepe y Gloria, a quienes se ha mantenido siempre muy unido. A los estrechos lazos familiares y al modo de compartir tanto sus experiencias y aprendizajes como sus decisiones empresariales se debe la permanencia y la expansión de “Aceitunas Llorens, desde 1914 hasta la actualidad. Mientras dos de ellos (Pepe y Gloria) se hacían cargo del negocio familiar en Onil, Antonio y su hermano mayor, impulsados por el carácter emprendedor de la familia, ampliaban horizontes. A principios de los años 70, Pedro fundó una empresa en la Rambla (Córdoba) que posteriormente fue trasladada a Arahal (Sevilla) y que ha llevado la aceituna "Llorens" más allá de las fronteras españolas.

Poco tiempo después de la marcha de Pedro, Antonio (el benjamín de la familia) optó por trasladarse al municipio de Alicante y abrir un pequeño local en el céntrico barrio de San Blas para probar fortuna. Se trataba de un modesto almacén que utilizó como centro de distribución. En aquellos años, Antonio conoció a Charo quién acabaría siendo su mujer. Charo, qué también procedía del sector de la alimentación, supo comprender el espíritu empresarial de Antonio y no tardó en integrarse en la empresa, hasta convertirse en su brazo derecho. La sinergia del trabajo conjunto les hizo crecer y les llevó a emprender un nuevo reto, crear una nueva factoría aceitunera en el polígono industrial Pla de la Vallonga, la que ahora se conoce como "Aceitunas y Encurtidos Llorens".

Al igual que hicieran sus familiares, tras una vida de trabajo intenso, Antonio transmitió toda su experiencia a sus dos únicos hijos en 2002, sobre quienes ha depositado la honorable tarea de continuar sus pasos, mantener la tradición del oficio familiar y, sobre todo, el buen nombre de Llorens, sin duda los intangibles más preciados de la empresa.



JOSÉ DIEGO: "Ingenio y figura"


José Diego (a la derecha) junto a su hermano Ginés en la boda de su sobrina Encarni.

Es realmente complicado resumir quién es José Diego. Más de diez años le unen a nuestra empresa como responsable de mantenimiento y, en todo este tiempo, nunca ha dejado de sorprendernos. En apariencia es un hombre tranquilo que trabaja con constancia, concentración y sumido en sus pensamientos, pero en realidad es mucho más... ¡es un genio!. Si José hubiera gozado de las oportunidades que hemos tenido otros, sería sin duda un ilustre de las ciencias y las artes.

Los que estamos cerca de José Diego tenemos la fortuna de conocerle y disfrutar de sus genialidades. Si pasas un rato con él pronto descubrirás que proviene de cuna humilde y que su familia es el vivo ejemplo de conceptos como el honor o la honradez.

José relata con orgullo y nostalgia épocas difíciles de las que extrajo cientos de enseñanzas, las cuales siempre está dispuesto a compartir. Según nos cuenta el propio José, tuvo que trabajar desde muy joven en las labores más duras del campo. En una ocasión su padre, hombre de palabra y jornalero agricultor, pudo cambiar el rumbo de sus vidas ya que fue requerido por los terratenientes para ser edil de Rafal (Alicante). Los más poderosos del lugar, reconocieron en su padre a un líder natural, capaz de dirigir al pueblo. Estos mismos hombres, en su empeño, llegaron a inscribirle como alcalde en los registros oficiales de Orihuela para aprovechar el carisma de Ginés Diego en su favor. Cuando se lo comunicaron su respuesta fue: "Quién se haya tomado la libertad de inscribirme como Alcalde sin mi aprobación que se cuide ahora de deshacerlo, pues el cargo conlleva acciones que mis principios religiosos no aprueban, que irían contra mi gente y que no estoy dispuesto a realizar".

José cuenta entre sus virtudes con el ingenio de los inventores. Desarrolla soluciones inimaginables con escasos recursos materiales que nos asombran y nos deleitan. No hay problema que se le resista, crea sus propias herramientas y construye objetos que no existen salvo en su imaginación. Da forma a utensilios con funciones particulares que no dejan de ser prácticos para otros usos generales. Se adelanta a nuestras necesidades y disfruta con ello. Algunos de sus compañeros le llaman "Mac Giver", otros simplemente "maestro".

Entre sus facetas, también se encuentra la poesía. Sin haber pasado por las aulas, sin conocimientos de ortografía o gramática, da forma a los recuerdos y los sentimientos jugando con el sonido de las palabras hasta reflejar su propia alma. En la sección "Miscelánea" hemos dispuesto algunos de sus poemas para disfrute de los lectores.